Seguro has oído hablar de ello. Pero, si aquí estás, es posible que a ti o a tus seres queridos os hayan estafado y que quieras averiguar realmente qué es el phishing y cómo puedes protegerte.

Pues, este es el artículo adecuado para esta situación. Hoy te vamos a explicar cuáles son los varios tipos de phishing y cómo puedes darte cuenta de que te están atacando. Listo? Ahí vamos.

¿Qué es el phishing?

El término «phishing» proviene de la palabra inglesa «fishing» (pescar), haciendo alusión a la técnica utilizada por los estafadores para «pescar» información personal valiosa de sus víctimas. Los atacantes emplean diversas técnicas y estrategias para hacer que sus correos electrónicos, mensajes de texto, llamadas telefónicas u otros medios de comunicación parezcan legítimos y confiables, provenientes de empresas o entidades conocidas.

El objetivo principal del phishing es manipular a los usuarios para que compartan información confidencial o realicen acciones no deseadas, como hacer clic en enlaces maliciosos o descargar archivos infectados. Los estafadores suelen utilizar tácticas psicológicas, como el miedo, la urgencia o la curiosidad, para inducir a las personas a caer en sus trampas.

Cuidado: es importante tener en cuenta que el phishing no se limita únicamente al correo electrónico, aunque esta sigue siendo una de las formas más comunes de ataque. Los ataques de phishing también pueden ocurrir a través de mensajes de texto, aplicaciones de mensajería instantánea, llamadas telefónicas y sitios web falsos. Los estafadores están constantemente evolucionando y adaptando sus técnicas para engañar a los usuarios desprevenidos.

El impacto del phishing puede ser significativo. Los datos personales robados pueden utilizarse para cometer fraude financiero, robo de identidad y otras formas de delitos cibernéticos. Además, las empresas pueden sufrir daños a su reputación si sus clientes se convierten en víctimas de ataques de phishing que se originan en su nombre.

Tipos de ataque de phishing

A medida que los estafadores cibernéticos se vuelven más astutos, han surgido diferentes tipos de ataques de phishing con el fin de engañar a los usuarios y obtener acceso a su información valiosa. Aquí te indicamos algunos de los métodos más comunes utilizados en estos ataques:

  • Phishing por correo electrónico: el más tradicional. Los estafadores envían correos electrónicos que parecen legítimos, utilizando logotipos y diseños similares a los de empresas o instituciones conocidas. El correo electrónico puede solicitar al destinatario que proporcione información personal o que haga clic en un enlace que los dirige a un sitio web falso donde se les solicita que ingresen sus datos confidenciales.
  • Smishing: esta variante utiliza mensajes de texto (SMS) en lugar de correos electrónicos. Los estafadores envían mensajes de texto que parecen provenir de una entidad confiable, como un banco o una empresa de servicios, solicitando información personal o instando al destinatario a hacer clic en un enlace malicioso.
  • Vishing: implica el uso de llamadas telefónicas para engañar a las personas. Los estafadores se hacen pasar por representantes de empresas legítimas y solicitan información confidencial, como números de tarjetas de crédito o contraseñas. Pueden utilizar tácticas de intimidación o urgencia para presionar a las personas a que compartan su información de manera rápida.
  • Pharming: los estafadores redirigen a los usuarios a sitios web falsos sin su conocimiento. Utilizan técnicas para alterar la configuración del sistema o los servidores DNS con el fin de redirigir el tráfico web hacia sitios maliciosos. Los usuarios pueden ingresar sus datos confidenciales en estos sitios creyendo erróneamente que son legítimos.
  • Spear phishing: a diferencia del phishing tradicional, el spear phishing es un ataque más dirigido y personalizado. Los estafadores investigan a fondo a sus víctimas, recopilando información personal o datos relacionados con sus actividades online. Utilizan esta información para enviar correos electrónicos o mensajes específicos que parecen legítimos y convincentes, lo que aumenta las posibilidades de que la víctima caiga en la trampa.

Ejemplo de un caso concreto de phishing

Imagínate que recibes un correo electrónico aparentemente proveniente de tu banco. El mensaje indica que ha habido una actividad sospechosa en tu cuenta y te solicita que inicies sesión de inmediato para verificar tus datos y evitar el bloqueo de tu cuenta.

El correo electrónico parece súper convincente, con el logotipo y los colores de tu banco, y utiliza un tono urgente para presionarte a actuar rápidamente. Además, incluye un enlace que supuestamente te llevará a la página de inicio de sesión de tu cuenta bancaria.

Sin embargo, si observas con atención, puedes notar algunos indicios de que este correo electrónico es un intento de phishing. Por ejemplo, la dirección de correo electrónico del remitente puede no coincidir con la dirección oficial del banco, o puede contener errores tipográficos o caracteres adicionales. También puede haber errores gramaticales o de ortografía en el cuerpo del correo electrónico.

Si haces clic en el enlace proporcionado en el correo electrónico y proporcionas tus credenciales de inicio de sesión, estarías entregando tus datos confidenciales a los estafadores. En lugar de acceder a tu cuenta bancaria, serían los estafadores quienes obtendrían acceso a tu información personal y financiera.

¿Ahora tienes más claro qué es el phishing?

¿Cómo protegerte del phishing? ¿Cómo prevenirlo?

Sí, no te vamos a mentir: el phishing es una amenaza constante en el mundo digital. Pero tenemos una buena noticia: existen medidas que puedes tomar para protegerte y prevenir caer en las trampas de los estafadores.

  1. Sé consciente y sospechoso (y no bajes nunca la guardia): mantén una actitud de precaución al interactuar con correos electrónicos, mensajes de texto, llamadas telefónicas u otros medios de comunicación. Si algo parece sospechoso, desconfía. Como ya te hemos mencionado, presta atención a detalles como errores gramaticales o de ortografía, direcciones de correo electrónico extrañas o enlaces que redirigen a sitios web diferentes de los esperados.
  1. No compartas información confidencial: nunca compartas información personal o confidencial, como contraseñas, números de tarjetas de crédito, números de seguridad social u otros datos sensibles, a través de correos electrónicos no solicitados o mensajes no verificados. Las empresas legítimas nunca te pedirán que compartas este tipo de información por correo electrónico o mensajes.
  1. Verifica la legitimidad de las comunicaciones: antes de proporcionar cualquier información personal o realizar acciones solicitadas, verifica la autenticidad de la comunicación. Si recibes un correo electrónico sospechoso que aparenta ser de una empresa conocida, verifica la dirección de correo electrónico del remitente y comunícate directamente con la empresa a través de canales seguros para confirmar la autenticidad.
  1. No hagas clic en enlaces sospechosos: evita hacer clic en enlaces incluidos en correos electrónicos, mensajes de texto o chats de mensajería que te parezcan sospechosos. Siempre verifica la URL del enlace antes de hacer clic. Si tienes dudas, puedes ingresar manualmente la dirección web en tu navegador o buscar el sitio web de la empresa desde su página oficial.
  1. Mantén tus dispositivos actualizados: asegúrate de mantener tus sistemas operativos, aplicaciones y programas actualizados con las últimas versiones de seguridad. Las actualizaciones suelen incluir parches y correcciones de seguridad que ayudan a proteger tus dispositivos de vulnerabilidades conocidas.
  1. Utiliza soluciones de seguridad confiables: instala y mantén actualizado un software antivirus y antimalware confiable en tus dispositivos. Estas soluciones pueden ayudarte a detectar y bloquear sitios web maliciosos o archivos infectados antes de que puedan causar daño.
  1. Educa a ti mismo y a tus empleados: aprende sobre los diferentes tipos de ataques de phishing y comparte esta información con tus compañeros de trabajo o empleados. Capacita a tu equipo para reconocer señales de phishing y fomenta una cultura de seguridad en la que todos estén alerta y tomen medidas de precaución.

¿Y si ya te hicieron phishing? Pues, el consejo que te damos es de contactar inmediatamente tu banco, cambiar las contraseñas de todas tus aplicaciones y, sobre todo, bloquear tus cuentas corrientes.


Esperamos que este artículo te sea útil para futuras ocasiones. Luchamos juntos contra el fraude.