La seguridad y la legitimidad son vitales hoy en día. En esta revolución digital 2.0, emergen los conceptos de Know Your Client (KYC) y Know Your Business (KYB), dos procesos esenciales para minimizar el riesgo y mejorar la seguridad de las transacciones. Aunque pueden parecer similares, cada uno tiene su propósito y enfoque.
En este artículo, daremos un vistazo más profundo a ambos conceptos y aclararemos sus diferencias y similitudes.
¿Por qué el KYC y el KYB son muy importantes?
Vivimos en un mundo interconectado donde las transacciones digitales han tomado protagonismo.
Con ello, la necesidad de garantizar la identidad y la legalidad de las entidades con las que interactuamos es de suma importancia para prevenir fraudes, blanqueo de capitales y otras actividades ilícitas.
¿Sabías que la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito calcula que cada año se lava entre el 2% y el 5% del PIB mundial?
Pues, aquí es donde entran en juego KYC y KYB, que nos ayudan a defendernos frente a estos crímenes.
Hablamos, entonces, de que son específicamente.
¿Qué es exactamente el KYB?
El KYB, o «Know Your Business», es un proceso que tiene como objetivo proporcionar un entendimiento detallado y claro de la empresa con la que se está haciendo negocios. Para los negocios que buscan establecer relaciones comerciales con otras empresas, el KYB es un proceso de diligencia debida que no puede ignorarse. Pero, ¿qué implica exactamente?
El KYB implica la recopilación y análisis de una serie de datos y documentos que confirman la existencia legal, la estructura de propiedad y la reputación de una empresa. Esto puede incluir, pero no se limita a, la verificación del número de identificación fiscal de la empresa, la dirección física de la empresa, la identidad y antecedentes de los directivos y accionistas significativos, y la revisión de registros financieros.
Además, el KYB también puede requerir la revisión de información de fuentes externas, como bases de datos de sanciones, listas de observación y registros de prensa, para identificar posibles riesgos asociados con la empresa en cuestión. La recopilación de estos datos permite a las empresas evaluar si la entidad con la que planean hacer negocios es confiable, legítima y libre de riesgos asociados con actividades delictivas.
¿Qué es exactamente el KYC?
KYC, acrónimo de «Know Your Customer», es un proceso ampliamente adoptado por las instituciones financieras y otras empresas que manejan transacciones financieras para prevenir el fraude, el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo. Pero, ¿qué significa realmente este término y qué implica el proceso KYC?
El proceso KYC se centra en la identificación y verificación de la identidad de un cliente. Implica una serie de pasos que ayudan a las empresas a asegurarse de que sus clientes son legítimos y no están involucrados en actividades ilegales.
Esto comienza con la recopilación de información básica del cliente, como el nombre, la dirección y la fecha de nacimiento. Luego, esta información se verifica mediante documentos de identificación emitidos por el gobierno, como el pasaporte o la licencia de conducir.
Además, KYC también implica el chequeo de la información del cliente contra bases de datos nacionales e internacionales para asegurarse de que el cliente no esté en ninguna lista de vigilancia, sanciones o sea una persona políticamente expuesta (PEP).
En muchos casos, el proceso de KYC también puede incluir la evaluación de las actividades financieras del cliente para determinar su perfil de riesgo. Esto puede implicar el análisis de los patrones de transacciones para identificar cualquier actividad sospechosa o inusual.
Es crucial mencionar que KYC no es un proceso que se realiza una vez y se olvida. Las empresas necesitan realizar revisiones periódicas de los clientes para asegurarse de que su información está actualizada y de que sus actividades siguen siendo coherentes con su perfil de riesgo.
Diferencias principales entre KYC y KYB
Aunque KYC y KYB pueden parecer similares en superficie, existen diferencias cruciales que los distinguen y que son fundamentales para entender por qué cada uno de ellos es importante en su propio derecho.
- Enfoque de la verificación: KYC se centra en individuos. El propósito de KYC es garantizar que la entidad financiera conoce a su cliente como individuo, verificando su identidad y evaluando su perfil de riesgo. Por otro lado, KYB se centra en las empresas y busca validar no solo la legitimidad de la empresa en sí, sino también su estructura, sus actividades comerciales y la identidad de sus propietarios y directivos.
- Naturaleza de los riesgos: aunque tanto el KYC como el KYB buscan mitigar riesgos, la naturaleza de estos riesgos puede ser diferente. KYC se utiliza principalmente para prevenir el lavado de dinero, el fraude y el financiamiento del terrorismo. En cambio, KYB ayuda a las empresas a mitigar una serie de riesgos comerciales, incluyendo el fraude, la insolvencia, el incumplimiento contractual y los riesgos de reputación.
- Profundidad de la diligencia debida: en general, la diligencia debida requerida para KYB puede ser más profunda y compleja que la requerida para KYC. Esto se debe a que una empresa puede tener una estructura de propiedad más complicada y puede estar involucrada en una gama más amplia de actividades que un individuo.
- Herramientas y técnicas de verificación: las herramientas y técnicas utilizadas en KYC y KYB también pueden ser diferentes debido a sus diferentes objetivos. El KYC suele implicar el uso de documentos de identidad personales y el análisis de patrones de transacciones. Por otro lado, el KYB puede requerir la revisión de documentos corporativos, bases de datos de empresas y fuentes de información financiera.
Similitudes principales entre KYC y KYB
Si bien KYC y KYB se centran en diferentes entidades – individuos y empresas respectivamente – comparten algunos objetivos y metodologías clave que son fundamentales para la protección de las empresas y la prevención de actividades ilegales. A continuación, se presentan las similitudes más importantes:
- Prevención de actividades ilícitas: ambos procesos tienen como objetivo principal prevenir el fraude, el lavado de dinero y otros tipos de actividades ilegales. Ya sea que se esté tratando con un individuo o con una empresa, la identificación y verificación rigurosa es un primer paso esencial para evitar convertirse en un canal para actividades delictivas.
- Cumplimiento normativo: tanto el KYC como el KYB son procesos que permiten a las empresas cumplir con las regulaciones locales e internacionales. Muchos países y organizaciones internacionales han implementado regulaciones estrictas que requieren que las empresas realicen una diligencia debida antes de establecer relaciones comerciales con individuos y empresas.
- Procesos de verificación: aunque los detalles específicos de la verificación pueden variar, ambos procesos implican la recopilación y verificación de información. Este proceso de verificación puede implicar la comprobación de documentos de identidad, la verificación de bases de datos y la corroboración de información a través de múltiples fuentes.
- Revisión continua: ambos procesos requieren un monitoreo continuo para asegurar que la información esté actualizada y que no se produzcan cambios que puedan indicar un aumento del riesgo. Esta necesidad de monitoreo continuo significa que tanto el KYC como el KYB son procesos continuos, no una actividad única.
- Uso de tecnología: dado que la verificación manual de la información puede ser lenta y propensa a errores, tanto el KYC como el KYB suelen apoyarse en la tecnología para aumentar la eficiencia y la precisión. Esto puede implicar el uso de soluciones de software para la verificación de documentos, la comprobación de bases de datos y el seguimiento de cambios en el estado de riesgo.
¿Necesitas un proceso de KYB o de KYC?
El requisito de implementar KYB o KYC depende del tipo de entidad con la que estás tratando y de las regulaciones del sector en el que operas.
Si eres un banco, una institución financiera o una empresa que maneja transacciones financieras, seguramente necesitarás implementar KYC para cumplir con las regulaciones y proteger a tus clientes.
En cambio, si eres una empresa que planea establecer relaciones con otras empresas, el proceso de KYB será esencial para minimizar el riesgo y garantizar la legitimidad de tus socios comerciales.
En Silt, nos encargamos de la verificación de las empresas conectándonos al Registro Mercantil (BORME), lo que nos permite confirmar que un individuo que ya ha pasado el proceso de KYC efectivamente tiene autoridad en la empresa en cuestión. De este modo, tu empresa podrá obtener información crucial como datos legales, dirección, actividades comerciales, directivos, representantes y número de identificación fiscal, entre otros.
Asimismo, llevamos a cabo la verificación de trabajadores autónomos. En este caso, nos conectamos con la Agencia Tributaria y examinamos todos los formularios disponibles, como los modelos 036/037/303/etc., para asegurar que el profesional en cuestión esté activo. Posteriormente, te proporcionamos toda la información obtenida.
Es fundamental destacar que este proceso se realiza en pleno cumplimiento del Reglamento de prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo, de acuerdo con lo establecido en el Real Decreto 304 2014 ART 6 B.
¿Deseas obtener más información? Aquí te proporcionamos todos los detalles que necesitas.
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