El término «hacker» ha sido durante mucho tiempo sinónimo de intrusos informáticos que buscan vulnerabilidades en sistemas para obtener acceso no autorizado a información confidencial. Sin embargo, la necesidad de proteger nuestros sistemas y datos se ha vuelto crucial. En medio de esta creciente preocupación por la seguridad informática, ha surgido una figura que desafía la percepción tradicional del hacker: el hacker ético.

El hacking ético, también conocido como «white hat hacker«, representa un enfoque completamente diferente hacia la ciberseguridad. En lugar de buscar el beneficio personal a través de la explotación de vulnerabilidades, los hackers éticos se dedican a identificar y solucionar posibles amenazas informáticas

Su misión, en pocas palabras, es ayudar a las empresas y organizaciones a fortalecer sus sistemas y proteger la información sensible. En este artículo, queremos ver contigo en detalle qué es el hacking ético, cuáles son sus fundamentos, por qué es importante y cómo funciona en la práctica. 

También destacaremos las diferencias clave entre el hacking ético y el hacking malintencionado, para que comprendas por qué esta disciplina es esencial en el mundo actual de la ciberseguridad. Si alguna vez te has preguntado si existen «hackers buenos», este artículo te llevará a descubrir un mundo fascinante en constante evolución. ¡Vamos!

¿Qué es el hacking ético?

El hacking ético, también conocido como «ethical hacking» en inglés, es una práctica de ciberseguridad en la que profesionales expertos en tecnología informática, conocidos como «hackers éticos», emplean sus habilidades para identificar y solucionar vulnerabilidades en sistemas, redes y aplicaciones de manera legal y autorizada.

En esencia, un hacker ético es el profesional de la seguridad informática que se dedica a identificar vulnerabilidades y encontrar debilidades dentro de los sistemas informáticos de las empresas u organizaciones. 

Su labor consiste en buscar los fallos existentes en la ciberseguridad para que se puedan solucionar lo antes posible y que nadie acceda por estas brechas y se pueda hacer con información valiosa mediante un ataque informático.

Las funciones de un hacker ético son variadas y fundamentales para garantizar la integridad de los sistemas informáticos de una organización. Estas incluyen:

  • Buscar vulnerabilidades dentro del sistema de la empresa.
  • Probar los sistemas inalámbricos mediante pruebas de penetración.
  • Crear un entorno de pruebas para comprobar redes y sistemas.
  • Crear informes detallados con toda la información sobre los ataques y vulnerabilidades identificadas.
  • Aplicar parches y soluciones para evitar cualquier tipo de ciberataque.
  • Establecer medidas y soluciones reales para evitar el acceso externo no autorizado.

Es importante destacar que el hacking ético se lleva a cabo con el consentimiento y la autorización previa del cliente o de la organización. A diferencia de los hackers malintencionados, que buscan causar daño y perjudicar a las empresas, los hackers éticos trabajan en colaboración con las organizaciones para fortalecer su seguridad digital y proteger sus datos.

Cuáles son los fundamentos del hacking ético

El hacking ético se sustenta en una serie de principios esenciales que lo distinguen de las actividades maliciosas y garantizan su enfoque legal y ético. Estos pilares son fundamentales para mantener la integridad de la práctica del hacking ético:

  • Autorización y consentimiento: El primer y fundamental principio del hacking ético consiste en obtener permiso y aprobación explícita del dueño del sistema o la red que se va a evaluar. Antes de cualquier intento de prueba de penetración, se establece un acuerdo por escrito que delimita claramente el alcance y las restricciones de la labor a realizar. Esto asegura que todo el proceso se desarrolle dentro de los límites legales y éticos.
  • Profesionales altamente calificados: Los hackers éticos son expertos altamente capacitados y certificados en el campo de la ciberseguridad. Poseen un profundo conocimiento de las técnicas empleadas por los ciberdelincuentes y utilizan este saber para identificar y abordar vulnerabilidades. Su experiencia y habilidades son esenciales para llevar a cabo evaluaciones efectivas y seguras.
  • Mantenimiento de la confidencialidad: Los hackers éticos se comprometen a preservar la confidencialidad de cualquier información sensible o datos a los que tengan acceso durante sus evaluaciones. Esto incluye la protección de la propiedad intelectual y la información de los clientes. La confianza y la discreción son cruciales para establecer relaciones de trabajo sólidas con las organizaciones.
  • No causar daño: A diferencia de los ciberdelincuentes, cuyo objetivo es causar daño o robar información, los hackers éticos no alteran ni destruyen datos ni sistemas. Su objetivo principal radica en identificar y notificar las vulnerabilidades detectadas, sin aprovecharlas con intenciones maliciosas. Esto asegura que las organizaciones no sufran daños durante las pruebas de seguridad.
  • Notificación y recomendaciones: Una vez que un hacker ético identifica una vulnerabilidad, su responsabilidad es notificar de inmediato al propietario del sistema y proporcionar recomendaciones detalladas para solucionar el problema. El propósito es reforzar la seguridad y prevenir futuros ataques. La comunicación efectiva es esencial para garantizar que las organizaciones puedan tomar medidas correctivas de manera oportuna.

De qué sirve el hacking ético: sus beneficios

El hacking ético es una disciplina fundamental por diversas razones cruciales que impactan en la seguridad y protección de los sistemas y datos en el entorno digital:

  • Mejora de la seguridad: Una de las razones principales para practicar el hacking ético es la mejora de la seguridad. Al identificar y remediar vulnerabilidades en sistemas y redes, los hackers éticos contribuyen a fortalecer la seguridad cibernética, lo que a su vez reduce el riesgo de ataques informáticos.
  • Protección de datos sensibles: En la era digital, los datos se han convertido en un activo valioso. El hacking ético desempeña un papel esencial en la protección de la información sensible y personal de los usuarios, evitando su acceso no autorizado y su posible explotación.
  • Prevención de daños y pérdidas financieras: Al abordar vulnerabilidades antes de que los ciberdelincuentes las aprovechen, el hacking ético ayuda a prevenir daños financieros significativos y la pérdida de datos, lo que puede ser costoso y dañino para una organización.
  • Concienciación y formación: El hacking ético también desempeña un papel importante en la creación de conciencia sobre la ciberseguridad y la necesidad de proteger los sistemas y datos. Puede servir como una herramienta efectiva para capacitar al personal en mejores prácticas de seguridad, promoviendo una cultura de seguridad dentro de la organización.

Cómo funciona el hacking ético: pruebas de penetración

El proceso de trabajo del hacking ético se lleva a cabo mediante una serie de fases bien definidas que permiten evaluar la seguridad de un sistema o red de manera sistemática. Estas fases son esenciales para identificar y abordar posibles vulnerabilidades de manera controlada y efectiva:

  1. Reconocimiento (reconnaissance): En esta primera fase, el hacker ético busca obtener toda la información relevante antes de iniciar el propio ataque. Esto incluye recopilar datos sobre la red, el sistema objetivo y sus posibles puntos de entrada. El objetivo es tener una comprensión completa del entorno antes de avanzar.
  2. Escaneo (scanning): En esta etapa, se utilizan herramientas específicas para identificar datos como direcciones IP, certificados digitales y otros detalles técnicos relevantes. Este análisis minucioso permite al hacker ético conocer mejor la infraestructura del sistema y detectar posibles vulnerabilidades.
  3. Obtener acceso (gaining access): En el momento de obtener acceso, el hacker ético procede a entrar en el sistema objetivo utilizando las vulnerabilidades previamente identificadas. Es importante destacar que este acceso se realiza de manera controlada y autorizada, con el propósito de evaluar la seguridad y no con fines maliciosos.
  4. Mantener acceso (keeping access): En términos técnicos, esta fase implica mantener el acceso al sistema vulnerable una vez que se ha obtenido. Esto permite al hacker ético realizar una evaluación más completa de las deficiencias de seguridad y confirmar la existencia de vulnerabilidades persistentes.
  5. Limpiar huellas (clearing tracks): La última etapa del proceso de hacking ético implica la eliminación de cualquier rastro o evidencia de la actividad realizada. Esto garantiza que no queden registros que puedan ser explotados o utilizados en futuros ataques. La eliminación de huellas es crucial para mantener la confidencialidad y la integridad del proceso.

¿Qué es el test de penetración?

El test de penetración, también conocido como pen test, es el procedimiento que un hacker ético realiza para evaluar las vulnerabilidades de una red o sistema informático. En esencia, es una simulación controlada de un ataque en la red o plataforma con el objetivo de identificar debilidades y prevenir ciberataques reales.

Los hackers éticos emplean las mismas técnicas, herramientas y métodos que los ciberdelincuentes, pero con la intención de fortalecer la seguridad en lugar de explotarla. El test de penetración se lleva a cabo mediante la planificación de diversos patrones de ataque, utilizando componentes específicos como puertos de seguridad, servidores web, bases de datos, aplicaciones y otros elementos de la infraestructura tecnológica.

Existen dos tipos principales de test de penetración: las pruebas de caja negra y las pruebas de caja blanca. Las pruebas de caja negra implican analizar la red desde el punto de entrada hasta la salida sin considerar el funcionamiento interno del sistema, mientras que las pruebas de caja blanca requieren un conocimiento detallado del funcionamiento interno, como la estructura de la IP, los componentes de hardware y el software utilizado.

Diferencias principales entre hacking ético y hacking malintencionado

La distinción fundamental entre el hacking ético y el hacking malintencionado radica en el propósito subyacente de sus acciones. El hacker ético tiene como objetivo principal salvaguardar las infraestructuras informáticas y la información de una organización con el fin de mejorar su seguridad. Por otro lado, el hacker malintencionado busca acceder a la información de manera ilícita y causar daño a los sistemas.

  • Propósito de la acción: El hacker ético busca fortalecer la seguridad y proteger la información, mientras que el hacker malintencionado tiene intenciones dañinas, como el robo de datos, la destrucción de sistemas o el chantaje.
  • Acciones criminales: Los hackers malintencionados realizan acciones delictivas, como extorsiones, espionaje cibernético y la paralización de sistemas, con el propósito de perjudicar a sus víctimas. Por otro lado, el hacker ético opera dentro de los límites legales y éticos, enfocado en mejorar la seguridad.
  • Métodos y técnicas: No existe una distinción técnica inherente entre el hacking ético y el hackeo ilegal, ya que ambos utilizan los mismos conocimientos y técnicas. La diferencia radica en la intención y el propósito de sus acciones.
  • Evaluación subjetiva: La percepción del hacking como ético o no ético puede variar según las opiniones individuales y los intereses personales. Lo que algunos consideran ético, otros pueden verlo de manera diferente.

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