¿Qué es la prueba de vida? La solución para evitar el spoofing

¿Sabías que (sólo) en 2023 el 91% de las empresas corre el riesgo de sufrir ataques de phishing? Esto es lo que afirma Forbes según datos de BDO. Pues, en nuestra época, la seguridad y autenticidad de la identidad se han convertido en una preocupación cada vez más importante y real.

Es por esta razón que la verificación de identidad mediante reconocimiento facial es el sistema perfecto para no caer en dudas ni estafas. La biometría es nuestra aliada, mucho más segura que las contraseñas tradicionales. 

Y, ya verás, este tipo de verificación se está armando de varios recursos para luchar contra el fraude como, por ejemplo, la prueba de vida. Pero, ¿qué significa? ¿Qué es una prueba de vida?

En este artículo, lo veremos en detalle y, también, analizaremos por qué se ha convertido en una solución crucial para evitar los ciberdelitos y garantizar la integridad de la identidad en el mundo digital. Descubriremos cómo funcionan las pruebas de vida por reconocimiento facial y cómo la tecnología biométrica ha fortalecido la seguridad en la verificación de identidad.

¿Qué es una prueba de vida? ¿Qué significa?

La prueba de vida es la tecnología utilizada para verificar y confirmar la autenticidad de la identidad de una persona o entidad en el entorno digital y, como dice el mismo término, si la persona vive o no. Se basa en el principio de que sólo el individuo real puede proporcionar pruebas tangibles de su existencia y autenticidad en directo y se realiza mediante una acción concreta.

Esta tecnología implica una serie de medidas y procesos diseñados para garantizar que la identidad online de una persona sea legítima.

Entre las formas más comunes de pruebas de vida se encuentran la verificación biométrica, como el escaneo de huellas dactilares, reconocimiento facial o reconocimiento de voz.

¿Cuál es la diferencia entre prueba de vida pasiva o prueba de vida activa?

Ahora bien: existen dos tipos de pruebas de vida, la pasiva y la activa.

Prueba de vida pasiva

La prueba de vida pasiva se basa en la captura y análisis de datos biométricos o de comportamiento del usuario sin requerir una interacción activa por parte de este último. Los datos se utilizan para verificar la autenticidad de la persona sin que esta tenga que realizar ninguna acción específica.

Una de las ventajas de la prueba de vida pasiva es que no requiere la participación activa del usuario, lo que la hace más conveniente y menos intrusiva. Las acciones mediante que se realizan las pruebas pueden ser:

• Analizar selfie
• Detección de movimiento con vídeo corto
• Proyectar luces sobre el sujeto
• Detección de profundidad 
• Análisis de textura de la imagen
  

Prueba de vida activa

Por otro lado, la prueba de vida activa implica que el usuario realice una acción o respuesta específica para verificar su autenticidad. Estas acciones se realizan en tiempo real y requieren la interacción directa del usuario y pueden ser:

• Movimientos de cabeza
• Parpadear
• Seguir un punto en la pantalla
• Sonreír
• Mover la cámara adonde te digan
• Hablar al azar

La principal ventaja de la prueba de vida activa es su mayor nivel de seguridad. Al requerir la participación activa del usuario, se reduce significativamente el riesgo de ataques de spoofing o suplantación de identidad. Las acciones específicas realizadas por el usuario son más difíciles de replicar o falsificar, lo que brinda una mayor confianza en la autenticidad de la identidad verificada.

¿Cómo funciona una prueba de vida por reconocimiento facial?

Una de las metodologías más utilizadas en las pruebas de vida es el reconocimiento facial, una herramienta extremadamente eficaz para verificar la autenticidad de una persona.

Este método se basa en la capacidad de los sistemas informáticos para identificar y autenticar a una persona a través del análisis de características faciales únicas. Utiliza algoritmos y patrones matemáticos para comparar la imagen capturada de una persona con una base de datos previamente almacenada de rostros autorizados.

El proceso de una prueba de vida por reconocimiento facial comienza con la captura de una imagen o un video corto del rostro del individuo en cuestión. Esta imagen se somete a un análisis en tiempo real para extraer y medir una serie de características faciales distintivas, como la distancia entre los ojos, la forma de la nariz, los contornos de los labios, entre otros.

Una vez que se extraen estas características, se generan patrones o «firmas faciales» únicas que se comparan con las imágenes almacenadas en la base de datos. Si se encuentra una coincidencia cercana o exacta, se considera que la prueba de vida ha sido superada y se verifica la autenticidad del individuo.

Como ya hemos mencionado, una de las técnicas más comunes en la prueba de vida activa es la detección de movimiento y parpadeo. El sistema puede requerir que el usuario realice ciertos movimientos faciales, como girar la cabeza o parpadear, para demostrar que está presente y activo durante la prueba. Esto ayuda a prevenir el uso de imágenes estáticas o vídeos pregrabados que no son una representación real del individuo.

En otras palabras, estas técnicas de liveness detection (detección de vida) son útiles para detectar características biológicas o comportamentales específicas que sólo están presentes en una persona viva. 

Las ventajas de usar la prueba de vida, la prueba biométrica que previene la suplantación de identidad

En la constante batalla contra el spoofing y la manipulación de identidad en el mundo digital, la prueba de vida ha surgido como una solución efectiva y confiable. Usar pruebas de vida en la verificación facial traen distintas ventajas como:

• Fiable: las pruebas biométricas se basan en características físicas o comportamentales únicas de cada individuo, lo que las convierte en una forma segura y confiable de verificar la autenticidad de una persona en el entorno digital.
• Multicanal: las pruebas biométricas son convenientes y fáciles de usar para los usuarios y, sobre todo, se pueden aplicar a todo tipo de canal.
• Cómoda: en lugar de recordar y escribir contraseñas complicadas, los usuarios pueden simplemente utilizar su propia identidad física para autenticarse en los sistemas digitales. Esto simplifica el proceso de inicio de sesión y reduce la posibilidad de errores o olvidos.
• Resistente: las técnicas tradicionales de spoofing, como el uso de fotografías, videos o grabaciones de voz, se vuelven ineficaces cuando se utiliza una prueba de vida adecuada. Estas tecnologías suelen incluir algoritmos y tecnologías avanzadas para detectar la presencia física en tiempo real, evitando así el uso de representaciones falsas.
• Amiga de la protección de datos: a diferencia de las contraseñas y otros datos personales que pueden ser robados o filtrados, las características biométricas no se pueden revertir a la identidad original del individuo. Estos datos biométricos suelen estar cifrados y almacenados de forma segura, lo que garantiza la confidencialidad y la integridad de la información.

La prueba de vida de Silt: ¿cómo funciona?

En Silt contamos con las dos pruebas de vida: pasiva + activa.

Lo que nos diferencia son los detectores de texturas: son sistemas que detectan de forma automática si los documentos o las personas son, en realidad, impresiones en papel que intentan engañar al sistema.

También, para nuestra prueba de vida activa hemos desarrollado un sistema que requiere girar la cara del usuario o cliente hacia un lado, detectando así que la cara tenga profundidad real.

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