¿Quién no ha escuchado la palabra algoritmo en su vida? Pues no, no vemos a nadie que levante las manos. Todo el mundo ha leído sobre el tema, en revistas, redes sociales o ha escuchado algo en el trabajo. Sin embargo, ¿qué es un algoritmo exactamente y por qué es tan importante? 

En este artículo, te queremos explicar realmente qué es, para que puedas lucir esta información detallada en las conversaciones con tus amigos y haciéndote pasar por un ingeniero informático. Y, obvio, también te queremos decir por qué es tan importante para la verificación de identidad. Ahí vamos.

¿Qué es un algoritmo?

En términos simples, un algoritmo es una serie ordenada de pasos lógicos y definidos que se siguen para llevar a cabo una tarea específica. Puede considerarse como un conjunto de instrucciones precisas que guían a una computadora o a un sistema automatizado a realizar una acción determinada. 

Gracias a la inteligencia artificial y al aprendizaje automático podemos desarrollar algoritmos muy, pero que muy avanzados: su poder radica en la capacidad para procesar grandes cantidades de datos y tomar decisiones rápidas y precisas. Y a medida que los algoritmos se vuelven más sofisticados, su potencial se expande exponencialmente.

Estas acciones pueden ser tan simples como sumar dos números o tan complejas como recomendar una película personalizada en función de las preferencias del usuario (como, por ejemplo, hace Netflix. Lo veremos más adelante en el artículo).

Y sí, también usamos algoritmos en la verificación facial. De hecho, estos algoritmos analizan características faciales únicas, como la forma de los ojos, la nariz, la boca y la cara en general, para verificar la identidad de una persona y también utilizan patrones y comparaciones para determinar si una imagen coincide con la información almacenada en una base de datos.

Ojo: la verificación facial es solo un ejemplo de cómo los algoritmos pueden aplicarse en diferentes contextos. Otros algoritmos pueden utilizarse para el análisis de datos, la toma de decisiones empresariales, la optimización de procesos y una amplia variedad de tareas en la vida cotidiana. Desde los motores de búsqueda que nos proporcionan resultados relevantes hasta las recomendaciones personalizadas en plataformas de streaming, los algoritmos influyen en nuestras decisiones y dan forma a nuestra experiencia digital.

¿Cuántos tipos de algoritmos hay?

Pero, vemos más en detalle qué son estos algoritmos y cómo funcionan, empezando por cuántos tipos de algoritmos existen y conocemos. 

Hay principalmente 4 tipos distintos de algoritmos:

  1. Algoritmos computacionales: son secuencias de instrucciones diseñadas para ser ejecutadas por un computador. Estos algoritmos se basan en un conjunto de reglas y pasos lógicos que permiten resolver problemas o realizar tareas específicas utilizando recursos informáticos. Son ampliamente utilizados en el desarrollo de software, procesamiento de datos, inteligencia artificial y otras áreas de la informática.
  1. Algoritmos no computacionales: son secuencias de pasos o instrucciones diseñadas para resolver problemas o realizar tareas que no están relacionadas con la informática o el procesamiento de datos. Se aplican en diversos campos, como la logística, la gestión de proyectos, la toma de decisiones, la resolución de problemas matemáticos o científicos, entre otros. Pueden ser implementados manualmente por personas o utilizar herramientas y técnicas específicas para su ejecución.
  1. Algoritmos cualitativos: se utilizan para analizar y describir características o propiedades cualitativas de un fenómeno o sistema. Se centran en la interpretación y la comprensión de la información cualitativa, como opiniones, comportamientos o patrones no numéricos. Se utilizan en disciplinas como las ciencias sociales, la psicología, la etnografía y la investigación cualitativa en general.
  1. Algoritmos cuantitativos: se utilizan para realizar operaciones y cálculos numéricos. Estos algoritmos se basan en datos cuantitativos y utilizan fórmulas matemáticas y técnicas estadísticas para resolver problemas y generar resultados numéricos. Se aplican en campos como la ingeniería, la física, la economía, la estadística y cualquier área donde se requiera el análisis y procesamiento de datos numéricos.

¿Cómo funcionan los algoritmos?

Ahora bien: te explicamos qué son los algoritmos, cuántos tipos existen, pero todavía no te hemos dicho cómo funcionan (que, quizás, es la parte que más te interesa).

Los algoritmos siguen una secuencia lógica de pasos definidos para resolver un problema o realizar una tarea. Estos pasos pueden involucrar cálculos, toma de decisiones, bucles y operaciones sobre datos. Estos los aspectos clave del funcionamiento de los algoritmos:

  • Entrada: todo algoritmo requiere una entrada, que puede ser un conjunto de datos, una imagen, un texto o cualquier otra información relevante para la tarea que se desea realizar. La entrada proporciona los datos con los que el algoritmo trabajará para obtener un resultado.
  • Procesamiento: una vez que el algoritmo recibe la entrada, comienza a procesarla, siguiendo los pasos definidos. Durante el procesamiento, se pueden realizar operaciones matemáticas, comparaciones, filtrado de datos y otras manipulaciones según las necesidades del algoritmo.
  • Salida: después de procesar la entrada, el algoritmo produce una salida, que es el resultado final de la tarea realizada. La salida puede ser un número, un conjunto de datos, una respuesta afirmativa o negativa, o cualquier otro tipo de información deseada.
  • Eficiencia: un aspecto fundamental de los algoritmos es su eficiencia, es decir, su capacidad para realizar la tarea de manera rápida y óptima. La eficiencia de un algoritmo se evalúa en función de su tiempo de ejecución y uso de recursos, como la memoria y el poder de procesamiento. Los algoritmos eficientes permiten realizar tareas en un tiempo razonable y optimizan el uso de los recursos disponibles.

En nuestro caso, el de la verificación facial, los algoritmos trabajan procesando la imagen facial de una persona para identificar y analizar características únicas. Luego, comparan estas características con las almacenadas en una base de datos para determinar si existe una coincidencia y verificar la identidad de la persona.

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¿Para qué se utilizan los algoritmos?

Como podrás imaginar, los algoritmos tienen una amplia gama de aplicaciones en diferentes campos y sectores más allá de la verificación de identidad. Por ejemplo:

  • Procesamiento de datos: permiten buscar, clasificar, filtrar y transformar grandes volúmenes de información en resultados significativos. Los motores de búsqueda, los algoritmos de compresión de archivos y los algoritmos de minería de datos son ejemplos de aplicaciones en este campo.
  • Inteligencia artificial y aprendizaje automático: permiten a las máquinas aprender de los datos, adaptarse y tomar decisiones inteligentes. Los algoritmos de clasificación, regresión, agrupamiento y reconocimiento de patrones son ampliamente utilizados en estas áreas.
  • Optimización y planificación: se usan para resolver problemas de optimización y planificación en diversos campos, como la logística, la programación de horarios y la gestión de recursos. Estos algoritmos buscan la mejor solución posible dentro de un conjunto de restricciones y objetivos establecidos.
  • Seguridad y criptografía: los algoritmos de cifrado y los algoritmos de autenticación, como los utilizados en la verificación facial, garantizan la confidencialidad e integridad de la información y verifican la identidad de las personas.
  • Medicina y ciencias de la salud: se utilizan en diagnósticos médicos, análisis de imágenes médicas, investigación genómica y desarrollo de medicamentos. Estos algoritmos ayudan a identificar patrones, realizar predicciones y brindar apoyo en la toma de decisiones clínicas.
  • Automatización de procesos: permiten la automatización de tareas y procesos, lo que aumenta la eficiencia y la productividad. Los algoritmos de control y los algoritmos de toma de decisiones automatizan operaciones en sistemas industriales, redes de transporte y aplicaciones domésticas.

¿Qué algoritmos usamos en nuestra vida cotidiana? Unos ejemplos reales

Aunque a menudo no nos damos cuenta, los algoritmos están presentes en muchas áreas de nuestra vida diaria como por ejemplo:

Redes sociales: plataformas como Facebook, Instagram y YouTube utilizan algoritmos para mostrar contenido relevante en nuestro feed. Estos algoritmos analizan nuestros intereses, comportamientos y preferencias anteriores para seleccionar y ordenar el contenido que más probablemente nos interese.

Motores de búsqueda: los motores de búsqueda, como Google, utilizan algoritmos complejos para proporcionar resultados relevantes a nuestras consultas. Estos algoritmos tienen en cuenta múltiples factores, como la relevancia del contenido, la popularidad del sitio web y la ubicación geográfica, para mostrar los resultados más pertinentes en respuesta a nuestras búsquedas.

Navegación por GPS: los sistemas de navegación por GPS en nuestros dispositivos móviles utilizan algoritmos para calcular las mejores rutas y estimar los tiempos de llegada. Estos algoritmos tienen en cuenta factores como la distancia, el tráfico en tiempo real y las preferencias del usuario para proporcionar indicaciones precisas y eficientes.

Sistemas de recomendación de música y películas: plataformas como Spotify, Apple Music y Netflix utilizan algoritmos para recomendarnos canciones y películas basándose en nuestros gustos y preferencias musicales o cinematográficas anteriores. Estos algoritmos analizan nuestros hábitos de escucha o visualización, así como patrones de reproducción similares de otros usuarios, para ofrecernos contenido que probablemente disfrutemos.

Asistentes de voz y reconocimiento de voz: los asistentes de voz como Siri, Alexa y Google Assistant utilizan algoritmos de reconocimiento de voz para interpretar y responder a nuestras órdenes y preguntas. Estos algoritmos procesan las ondas de sonido y las convierten en texto para comprender nuestras instrucciones y brindarnos respuestas relevantes.

Filtrado de correo no deseado: los algoritmos de filtrado de correo no deseado (spam) analizan los correos electrónicos entrantes para determinar si son legítimos o no. Estos algoritmos buscan patrones y características comunes en los mensajes no deseados y los bloquean antes de que lleguen a nuestra bandeja de entrada.

Estos son solo algunos ejemplos de los algoritmos que utilizamos en nuestra vida cotidiana. Pues sí: aunque a menudo no los percibimos directamente, estos algoritmos influyen en nuestras decisiones, preferencias y experiencias online.

¿Cómo se usan los algoritmos en la verificación de identidad?

Ya lo hemos mencionado, pero queremos explicarte más en detalle cómo, para empresas como Silt, los algoritmos nos ayudan en los procesos de verificación facial y, sobre todo, para luchar contra la suplantación de identidad.

Ante todo: la verificación de identidad, o KYC, es un proceso utilizado para confirmar que una persona es quien dice ser. En la era digital, donde las transacciones online y las interacciones virtuales son cada vez más comunes, la verificación de identidad se ha vuelto esencial para garantizar la seguridad y prevenir el fraude.

En la verificación facial, los algoritmos juegan un papel central. Estos algoritmos utilizan tecnologías de reconocimiento facial para analizar y comparar las características únicas de un rostro con una base de datos previamente establecida. A continuación, te explicamos cómo se utilizan los algoritmos en la verificación de identidad:

  • Captura de imágenes faciales: el proceso comienza capturando una imagen facial del individuo en cuestión. Esta imagen puede obtenerse a través de una fotografía, una grabación de vídeo o incluso a través de la cámara de un dispositivo en tiempo real. Los algoritmos de captura de imágenes faciales se encargan de procesar y normalizar la imagen para su posterior análisis.
  • Extracción de características faciales: luego, los algoritmos de extracción de características faciales entran en juego. Estos algoritmos analizan la imagen y extraen puntos de referencia clave, como la posición de los ojos, la nariz, la boca y otros detalles distintivos. Estas características se convierten en datos numéricos, que se utilizan para crear una representación digital única del rostro, también conocida como plantilla facial.
  • Comparación y verificación: una vez que se ha creado la plantilla facial del individuo, los algoritmos de comparación y verificación entran en acción. Estos algoritmos comparan la plantilla facial con una base de datos previamente almacenada de plantillas faciales conocidas. La comparación implica calcular la similitud o distancia entre la plantilla facial capturada y las plantillas faciales almacenadas. Si la similitud alcanza un umbral predeterminado, se considera una verificación exitosa y se confirma la identidad del individuo.
  • Seguridad y protección de datos: los algoritmos aseguran que la información biométrica, como las imágenes faciales y las plantillas faciales, se almacene y transmita de manera segura. Utilizan técnicas de encriptación y protección de datos para garantizar la confidencialidad e integridad de la información biométrica.

¿Te gustaría saber más cómo funciona nuestro proceso de verificación de identidad? Contacta con nosotros, estaremos encantados de contestar a todas tus preguntas.